El domingo 17 de noviembre de 2024, el Teatro Municipal José María Rodero en Torrejón de Ardoz (Madrid) fue el escenario de concierto solidario único a cargo de la Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas.

Un día que no olvidaremos jamás, y es que también ha sido el día en el que hemos conseguido cumplir un sueño.

Nuestro “Coro de las Emociones”, se subía por primera vez a un escenario junto a una orquesta sinfónica para interpretar algunos de los temas que ensayan durante sus sesiones terapéuticas. Un momento único y muy especial para todos sus miembros y para todos los que se acercaron hasta el teatro.

Por primera vez, un coro integrado exclusivamente por personas que sufren Alzheimer, se unía a las melodías interpretadas por una orquesta sinfónica, uniendo acordes y voces en un momento mágico y lleno de emoción.

“Bésame mucho” y “Adiós con el corazón”, fueron los dos temas que interpretaron, de forma emotiva y magistral, cada uno de los integrantes del “Coro de las Emociones”. Con un auditorio entregado, todos los asistentes terminaron en pie y aplaudiendo su actuación.

Este precioso proyecto, puesto en marcha por Fundación Diversión Solidaria en colaboración con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz (Torrafal), se enmarca dentro de nuestro programa de musicoterapia dirigido a mayores con Alzheimer que, semanalmente, llevamos a cabo en el centro.

Un programa orientado a mejorar su calidad de vida, con el propósito de dotarles de espacios y actividades donde aprender, relacionarse y fomentar en ellos emociones positivas. Nuestro objetivo es conseguir mejorar su funcionamiento cognitivo y activar habilidades previamente aprendidas, con el fin último de que nuestros mayores rían y disfruten al máximo.

Encontrar y facilitar nuevas vías de comunicación y expresión emocional para ellos es nuestro principal objetivo. Y lo hemos conseguido gracias a la música.

Dentro de este inspirador programa iniciamos el proyecto: “La Sinfonía de las Emociones”. Un coro formado, íntegramente, por un grupo de mayores con Alzheimer usuarios de la Asociación Torrafal.

Bajo la dirección de nuestro compañero y musicoterapeuta profesional, Javier Alcántara, recuerdan, ensayan e interpretan canciones clásicas que, de alguna forma, han permanecido imborrables en su memoria.

En palabras de Adriana Laínez, Directora de Programas de Diversión Solidaria: “Gracias a este tipo de actuaciones no farmacológicas conseguimos transformar la música en algo terapéutico, convirtiendo esos momentos de diversión en FUERZA, MOTIVACIÓN y COMPAÑÍA. Una ayuda emocional que contribuye a una mejora en el estado anímico de los mayores. Creemos firmemente que entregar diversión es algo muy serio…”.

Casi un millón de personas padecen la enfermedad de Alzheimer en España, según las últimas estimaciones de la Sociedad Española de Neurología (SEN), por lo que cobra especial relevancia el programa dirigido a Mayores con Alzheimer que, desde Diversión Solidaria, llevamos a cabo.

Porque los pacientes con Alzheimer pierden habilidades cognitivas, pero no emocionales. La enfermedad podrá borrar sus recuerdos, pero las emociones, permanecen y continúan latentes en algún lugar de su mente.

Hemos cumplido un sueño, pero estamos convencidos de que este “Coro de las Emociones”, formado íntegramente por mayores con Alzheimer y que ha sido el primero en subirse a un escenario a cantar junto a una orquesta sinfónica, nos dará muchísimas alegrías.

Gracias, de corazón, a todos los que nos acompañasteis esta noche inolvidable: a todos los familiares, por vuestra entrega, cariño y por la emoción que nos regalasteis. A la increíble Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas, por prestarnos tan generosamente su música y sus oídos para crear esta actuación histórica. A Torrafal y a todo su equipo de profesionales, por soñar junto a nosotros y hacerlo posible, por su paciencia, cariño y sonrisas, y por hacernos todo tan fácil a nosotros y todo tan bonito a los usuarios de Torrafal (¡qué suerte tienen con vosotros!). Y, por supuesto, a nuestro maravilloso compañero y musicoterapeuta, Javier Alcántara, por creer que todo es posible, y por poner música a la vida.