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13.02.23 DIVERSIÓN Y PSICOLOGÍA: “Las emociones agradables y la risa que activa la diversión son sumamente terapéuticas y se han estudiado desde hace siglos”

Ana S. Preysler llegó a Diversión Solidaria hace ahora 7 años. Buscábamos una psicóloga para impartir una sesión de Inteligencia Emocional al grupo de beneficiarios del programa dirigido a Paciente Oncológico Adulto y, por casualidades de la vida, una recomendación nos llevó hasta ella.

Lo nuestro fue “amor a primera vista”. Lo que iba a ser una sesión puntual, se transformó en una cita mensual. Y pasó de colaboradora a ser parte de la familia de la fundación.

Ana es Fundadora y Psicóloga de Equidae. Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Comillas y Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid, está especializada en Terapia de la Conducta Infanto-juvenil y es experta en Psicoterapia Asistida con Caballos. Cuenta con una amplia experiencia en el ámbito clínico en diferentes áreas (psicooncología y trastornos de conducta, emocionales y del desarrollo), tanto con niños y adolescentes como con adultos, así como en el ámbito empresarial.

Pero es que además es una persona maravillosa, cargada de optimismo, con una sonrisa permanente y que siempre tiene una palabra amable para ofrecer a todo el mundo.

Siempre aprendemos cosas nuevas en sus sesiones, pero, esta vez, se ha prestado a contestar a nuestras preguntas.

No os perdáis sus reflexiones sobre la importancia que tienen las emociones positivas y la diversión en psicología y de qué forma pueden influir en nuestra vida:

¿Qué beneficios reales tienen la diversión y las emociones positivas en las personas?

Sé que no es divertido, nunca mejor dicho, ponerse técnico y purista pero la ocasión lo requiere y también mis colegas de profesión se me echarían encima si no lo hiciese, por ello, ¡va una aclaración!, siempre huimos de la categorización de las emociones como positivas o negativas porque implican un error de concepto. Todas las emociones son buenas y necesarias y existen en nuestro repertorio nos guste aceptarlo o no. Como el miedo, que nos impide hacer cosas que nos pondrían el peligro, o la emoción del asco, que nos pone alerta ante una posible intoxicación. Podemos hablar entonces de emociones agradables y desagradables.

 Las emociones agradables y la risa que activa la diversión son sumamente terapéuticas y se han estudiado desde hace siglos.

 Cuando nos reímos, estamos estimulando la síntesis de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores que contribuyen a aportar una sensación de bienestar y reducen los niveles de depresión y ansiedad y ayudan a mitigar la percepción de dolor.

 Han sido múltiples los estudios que han demostrado la eficacia de la distracción y la participación en actividades motivantes, que despierten nuestra emoción de alegría, como trabajo psicológico después de una cirugía, en dolor crónico y durante intervenciones posiblemente dolorosas o molestas como las punciones lumbares y otras pruebas invasivas.

 Por todo ello y muchos más ejemplos, ¡La diversión es algo muy serio!

¿Podemos hablar de las emociones positivas, las sonrisas, la diversión… como formas de terapia complementaria?

Personalmente, como psicóloga, en la práctica clínica siempre trato de tener muy presente en mis sesiones la diversión como forma de motivación y de adherencia a los tratamientos, siempre que procede, por supuesto, porque a veces toca ponerse serio.

 Cuando trabajamos con población infantil está demostradísimo, al 100%, que la motivación es la gasolina del cerebro y la necesitamos para aprender, y hacer terapia implica un aprendizaje continuo. Creo que la terapia no debe ser aburrida o monótona, al contrario, debe ser estimulante.

 Precisamente por esto, yo no entendería la diversión como una terapia complementaria sino como un ingrediente muy potente de las mismas. Sobre todo, si hablamos de un tipo de programa terapéutico, que personalmente me encanta, que es el “ocio terapéutico”.

 Es cierto que hay que matizar muy bien los límites de estos programas con los procesos de intervención psicológicos, pero considero que los programas de ocio terapéutico pueden ser buenos complementos a un proceso de terapia o también pueden servir como acciones puntuales que fomenten esa activación hormonal a través de las emociones agradables. Incluso, en el aprendizaje y la adquisición de competencias personales si los convertimos en programas educativos de ocio terapéutico.

¿Qué aspectos psicológicos se pueden trabajar desde un punto de vista divertido y/o creativo?

 Desde la estimulación de la creatividad y la experimentación, más que quedarnos solo en la teoría o los planteamientos magistrales, se consigue y se retiene muchísimo más.

 Personalmente me gusta mucho trabajar desde formatos de trabajo experiencial, incluyendo juego terapéutico, animales, narrativa metafórica, cuentos, psicodrama, juegos de roles y muchos otros recursos que dan un formato de presentación mucho más atractivo a las teorías y protocolos psicológicos.

¿Algún recuerdo bonito/anécdota que te apetezca compartir?

 ¡Muchísimos!, a mi me llena el corazón y es cursi (pero me encanta lo cursi), el cariño y el agradecimiento que me trasmiten mis chicos y chicas en los talleres, de verdad que es conmovedor hasta a veces llegar al rubor.

 Recuerdo con especial cariño el primer encuentro EME (Encuentro en Madrid de Emociones Positivas para Pacientes y Supervivientes Oncológicos) o la asistencia con vosotras a todos los talleres dirigidos a Paciente Oncológico Adulto durante el primer curso en la Fundación, para elaborar después el estudio sobre el impacto del ocio terapéutico, donde siempre me hicisteis sentir una más y pude disfrutar en primera persona de todos los recursos que ofrecéis, que son pensados y elegidos con mimo.

A modo de despedida, solo deciros lo agradecida y orgullosa que estoy de que hayáis depositado tanta confianza en mi durante todos estos años.

 La Psicología y la Psico-oncología son de mis grandes pasiones y soy muy feliz porque me dejéis aportar mi granito de arena.

 ¡Por muchos años más!

 Nota: Ana S. Preysler imparte en Diversión Solidaria, mensualmente y de forma online, sesiones para aprender a desarrollar nuestra Inteligencia Emocional, dirigidos a pacientes y supervivientes oncológicos y a familiares y/o cuidadores. Si quieres participar en ellos, escríbenos a carlota@diversionsolidaria.org y te explicamos cómo.

 

Gracias, Ana, por formar parte y creer, desde el primer momento, en Diversión Solidaria.