Porque seguimos pensando que las emociones positivas, las sonrisas y la diversión, son algo intangible pero real y que quien las disfruta no las olvida, ponemos en marcha la maquinaria para ofrecer a nuestros públicos beneficiarios experiencias creativas de calidad.
Por ellos y para ellos, nos dejamos el alma en la Fundación: para que las mamás y bebés en situación de dificultad social, creen lazos de unión a través de la diversión. Para que la integración de los niños con capacidades diferentes sea una realidad en los colegios ordinarios. Para que las mujeres y menores víctimas de violencia de género, descubran que hay una vida en la que las sonrisas se transforman en fuerza.
Para que los pacientes, niños y adultos, ingresados en una UCI, “viajen” a otros mundos a través de la música. Para que los mayores con Alzheimer atesoren nuevas vivencias y los pacientes oncológicos, adultos y adolescentes, descubran toda su fortaleza a través de la creatividad y la amistad.