Esta semana hemos llevado a cabo una nueva experiencia dentro de nuestro programa dirigido a paciente oncológico adulto.

Pensando en nuestros beneficiarios y con el fin de ofrecerles una actividad que englobara actividad física, novedad y diversión, apostamos por organizar una mañana dedicada a la marcha nórdica.

La marcha nórdica es un deporte de resistencia y una forma de ejercicio al aire libre que consiste en usar la marcha natural con la ayuda e impulso de bastones similares a los utilizados en el esquí, uno en cada mano, y que nos ayudan a caminar hacia delante mediante una técnica específica.

Gracias a la ayuda de los maravillosos Susana, Alicia y Carlos, voluntarios del Club Tierra Trágame, aprendimos la postura y los movimientos específicos de este entretenidísimo tipo de entrenamiento que, además, es sobre todo un ejercicio divertido y practicable en entornos naturales.

Los objetivos pueden ser desde la salud, la competición y las actividades recreativas, así como las salidas a la montaña o como actividad turística, pero es que, además, este tipo de marcha, tiene una serie de beneficios físicos, mentales y sociales muy interesantes: nos permite mejorar nuestra postura corporal, tonificar nuestra musculatura, mejorar nuestra capacidad cardiaca y pulmonar, mejorar nuestro sistema linfático y, sobre todo, es un ejercicio fantástico para la pérdida de grasa.

En nuestro caso, y enmarcado dentro de los objetivos que perseguimos dentro de nuestro programa, concebimos esta actividad como una forma de desconexión de la rutina diaria para los pacientes oncológicos que participaron en ella, además de una oportunidad maravillosa de pasar una mañana junto a otros pacientes disfrutando de la naturaleza en un entorno diferente al que estamos acostumbrados y realizando ejercicio físico divertido y saludable.