Con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzheimer, Fundación Diversión Solidaria se ha sumado a las actividades organizadas por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz (Torrafal), desarrolladas con el objetivo de concienciar a la población sobre esta enfermedad.
Casi un millón de personas padecen la enfermedad de Alzheimer en España, según las últimas estimaciones de la Sociedad Española de Neurología (SEN), por lo que cobra especial relevancia el programa dirigido a Mayores con Alzheimer que, desde Diversión Solidaria, llevamos a cabo.
Dentro de este maravilloso e inspirador programa iniciamos, a principios de año, el proyecto: “La Sinfonía de las Emociones”. Un coro formado, íntegramente, por un grupo de mayores con Alzheimer pertenecientes a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz.
Bajo la dirección de nuestro compañero y musicoterapeuta profesional, Javier Alcántara, recuerdan, ensayan e interpretan canciones clásicas que, de alguna forma, han permanecido imborrables en su memoria.
Esta semana, en el contexto de las ponencias organizadas por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz y como añadido a la charla impartida por Javier Alcántara: “La musicoterapia como herramienta terapéutica”, se han presentado al público para enseñar de lo que son capaces.
Y es que encontrar y facilitar nuevas vías de comunicación y expresión emocional para ellos es nuestro principal objetivo. Y lo hemos conseguido gracias a la música.
Con ellos trabajamos a través de sesiones de musicoterapia. El objetivo de estas sesiones, dirigidas siempre por musicoterapeutas profesionales es, fundamentalmente, que puedan disfrutar de nuevas actividades y experiencias sensoriales orientadas al ocio y a la diversión, con las que beneficiarse, tanto ellos como sus familiares y/o acompañantes, de estados emocionales positivos.
De esta forma, conseguimos además trabajar, desde la diversión y las emociones positivas, las habilidades psicomotrices gruesas y finas, algunas funciones cognitivas como la percepción, la memoria y la atención, fomentamos el trabajo cooperativo y mejoramos las capacidades expresivas y comprensivas de los participantes.
Porque los pacientes con Alzheimer pierden habilidades cognitivas, pero no emocionales. La enfermedad podrá borrar sus recuerdos, pero las emociones, permanecen y continúan latentes en algún lugar de su mente.